Una situación que debería resultarnos muy inquietante es aquella del pluralismo jurídico en Latinoamérica. Aquí vamos a analizar dos de estos casos, uno es el de las comunas de Medellín y el otro es el de las favelas en Río de Janeiro. Los patrones de conducta de los pobladores de estas zonas demuestran comportamientos muy similares, lo cual nos indica que no son problemas aislados de una región u otra sino que es una característica que se está manifestando en varias regiones del continente latinoamericano.
Existen muchas similitudes en estos dos sitios que están separados por miles de kilómetros de distancia. La ausencia de estado en estos lugares es lo que crea una situación en la cual son los mismos pobladores los que crean sus propias reglas y su propio aparato de coacción para defender su territorio. Con esto me refiero a que tanto en las favelas como en los barrios de Medellín los pobladores crean sus propios ejércitos para velar por su seguridad. En la mayoría de las situaciones los orígenes de estos ejércitos tenían un carácter ideológico político. Pero a medida transcurría el tiempo, con la caída del muro de Berlín y el fin del comunismo, estos grupos armados dejaron las ideologías políticas y se dedicaron a la delincuencia y se adentraron en el mundo de la mafia del narcotráfico.
En estas sociedades las drogas pasan a tener un papel muy importante para las personas. Consumir sustancias psicotrópicas como la cocaína y la mariguana en estas sociedades es una práctica muy común y además el acceso a estas sustancias es exuberante. Pero además de ser una práctica social, es un gran contribuido en la economía de estos sitios. En el artículo de John Lee Anderson de las Favelas en Brasil decía que Fernandinho ganaba más de trescientos mil dólares mensuales en el negocio de la venta de drogas, y como ya sabemos todos los colombianos, en Colombia las sumas de dinero que aportan el narcotráfico son millonarias.
Después de vivir tanto tiempo en un lugar donde todos los días aparece alguien muerto en las calles, donde nunca se sabe cuando una bala perdida puede acabar con la vida de uno y las calles están inundadas de traficantes de droga, la moralidad de las personas se ha distorsionado en grandes medidas. Tenemos tanto el caso de Iara como el de Jesús, en los cuales una afirmó abiertamente que fumaba más de cuatro porros de mariguana diarios y el otro lo vimos en varias ocasiones consumiendo tanto mariguana como cocaína. Otra frase que escuchamos decir a estos dos miembros es aquella en la cual expresaron que no suelen pensar en el futuro, sino por el contrario únicamente vivir el presente porque nunca se sabe cuando lo vayan a matar a uno. Pero más escalofriante aun es el hecho que lo único que quieren los jóvenes en estos lugares es, formar parte de una pandilla y poseer un fierro (arma). Además esta es la única forma en la cual los hombres pueden conseguir a las mujeres, por que entre más malos, mayor poder y más armas, más los quieren las mujeres en estas sociedades. De tal forma podemos ver que estos dos sitios tan lejanos geográfica mente, pero tan cercanos social mente, nos demuestran fallas en los sistemas jurídicos al permitir una pluralidad jurídica dentro de un mismo estado.
Por: Juan Diego Ucros
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